Cuando el frío se va.

¿Por qué será que la distancia siempre nos hace recordar? Siempre tuve la esperanza de tener por toda la vida a los mios, y ahora veo que lo único seguro es perderlos poco a poco. Sonrío al espejo justo antes de salir, me distraigo en mis apariencias sin profundizar en mis sentimientos, que duro es saber que soy el único testigo de mis derrotas y victorias. 

"Mis cartas sin repuestas me hacen sentirte ahí, cercana, hasta el punto de leerlas con el timbre de tu voz. Quizás me siento tan solo que la única manera de acercarme a alguien es escribirle a cientos de metros. Mi único consuelo es saber que te acuerdes de mis palabras cuando mis cartas se caigan al piso por obra del destino, y que casi de inmediato te acuerdes de las canciones que te dedique en cada una de las veces en que creí que las necesitarías. Como esa que decía "Yo te recuerdo tanto, tanto, tanto, tanto, ¿que para qué olvidarte?" cuando tenías miedo que te olvidará, o esa otra que decía "Me voy dejando la vida aquí..." por miedo a que me olvidarás, yéndome antes de que lo hicieras. Mi único consuelo es que sonrías luego de leer todas mis cartas, en ese momento quizás tengas una respuesta, aunque pueda que ya ni siquiera te escriba cartas. Al final de todo, no confundas mis cartas con las de amor, porque la diferencia más marcada es la ausencia de fragancias en el papel y mis labios marcados en el, la diferencia es que no hay amor, y si lo hay, leela otra vez, tal vez sea solo mi mala redacción.

Tengo la esperanza que al no tenerte para mi, minimice las probabilidades de que te alejes a mi primera caída. Mis esperanzas se basan en no tenerte para que estés ahí un poquito más. Tengo la perfecta habilidad de alejar a los demás, el inigualable don de irme sin despedirme, y el más agradable talento de estar ahí con los que jamás estarían para mi. Tengo tantas cualidades para que me abandonen, pero yo no abandono, yo no olvido, yo recuerdo y eso me mata cada vez que puede. Yo no me iré, porque soy masoquista, soy de los que pretende jamás irse de tu lado cuando tu ya estas a muchos kilómetros del mío. Procuraré estar ahí, no prometo mirarte, ni tocarte, no prometo escuchar tus problemas en vivo y en directo, pero si prometo nunca abandonarte anónimamente, con la única esperanza de que esperes que sea yo. Finalmente espero que seas mía entre cartas y rimas, entre prosas y recuerdos, entre tu boca y la mía."

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