Juego sucio.


"Trato de vivir con el aire que me quitas. Martín, ¿acaso no te das cuenta que sigo temblando cada vez que leo tus cartas a la par con tu voz? ¿no te das cuenta que me muero por recorrer esa piel filuda de tu espalda? O tal vez nunca fuiste capaz de darte cuenta de algo y cada vez me dabas razones para despedirme aunque esté muy lejos. Nunca te diste cuenta de mis problemas, nunca pudimos soportar estar mirándonos sin besarnos un poco, nunca hablábamos, siempre nos destrozábamos las debilidades, pero nunca se iban del todo, volvían a la mañana siguiente, cuando mi cama estaba llena de vacíos y ausencias y siluetas marcadas y aromas perdidos, volvían cuando yo era la única en la batalla, cuando todos los guerreros estaban vencidos.

Tal vez solo responda tus cartas porque quiero sentir algo de necrosis en mi piel, o porque quiero sentir el pasado aplastándome, o tal vez solo quiera ser más fuerte,  así como jamás lo era contigo. Algún día me verás vencer, y cuando lo haga Martín, tu sentirás como las raíces rojas y tibias de tus ojos, se ensanchan y se alargan, inundando ese mar de ilusiones, al final, cuando yo venza, conocerás la derrota, ahí donde más duele, entre tus sueños y tus pupilas." Y me derrotó de pronto, lo ví venir cuando empecé a recordar, cuando sentí ese nudo en la garganta y ese dolor leve en el tabique. Que sucio juegas Julieta.

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