La vida que se me va.


Qué nos pasará cuando la vejez se nos acomode al lado del sofá, cuando el suéter ya no sea tan nuevo como lo era en esas épocas vivas, cuando nuestros párpados no se abran con la elegancia de tiempos anteriores, cuando el pelo blanco sea ese diario en el que guardamos cada batalla, unas perdidas y otras victoriosas. Qué pasará cuando mis labios decaigan con las arrugas de mis mejillas, cuando mis manos ya no sean suaves y sedosas, cuando lo único que nos quede son esas fotografías rotas encima del armario, cuando las ganas de vivir se vayan y morir sea el final inevitable, a pocos sueños de distancia.

Ojalá haya conocido el amor, ese del que todos hablan pero que pocos conocen. Yo no sé que haré cuando el olvido se adueñe de cada línea de mi piel, cuando no me quede más que los recuerdos que me hacen sonreír cada tanto. No sé que voy a ser cuando no te tenga, cuando mueras primero, y lo peor, que te llevaste el aliento que necesitaba para irme contigo. No sabré qué hacer cuando mis brazos no puedan levantarme, cuando mis pies olviden la sensación de rapidez, cuando ya no pueda sentir la brisa en mi rostro, cuando la única muerte que conozca sea la del espejo, ese que un día fue testigo de mis amores, de mi belleza escondida, de mi pelo desordenado, ese que un día vio la sonrisa que hoy se va con el viento, con mi reflejo en el agua.

No sé que haré. Tal vez cuente las décadas del ultimo beso o los últimos segundos de vida, esa que se me va en este momento.

Comentarios

Entradas populares