Corre tiempo.


Corre tiempo, corre tan rápido como puedas, pero no me alcances por favor. Alejate de mi, dejame con mi juventud que no me trae nada bueno, dejame con mi desparpajo infantil que no puedo contener, dejame con mis inmadureces, con mi sueños irreales, con mis amores inconclusos y por supuesto, con una vida que no tengo. El tiempo es lo único que corre tras de mi y no me abandona, que suerte saber que al menos él me conoce.

Dejame un poco más al lado de ella, dejame besarle el hombro, dejame disfrutar de sus manos blancas y huesudas mientras bajan por mis labios, dejame entrelazar mis dedos con su cabello sedoso, dejame un poco más de tasas de café en la mañana, no quiero ser tan viejo para escucharla. Guardaré debajo de la almohada un poco de tiempo para cuando me haga falta, para cuando el café se enfríe, mi cabello se torne blanquecino, y mis párpados se caigan; lo más seguro es que tu estés radiante, sin límite de tiempo, inmortal. 

Un amanecer más por favor. Es tan estúpido soñar con la última vez al borde del final. Queremos un poco más cuando todo está perdido, sin tiempo. Pero si esto es lo último que mis ojos verán, dejame verla, quiero ver si es tan fuerte para dejarme o tan cobarde como para quedarse ahí, conmigo.


Si este es el último aire que respiro, dile que al final siempre fue mi heroína, con superpoderes, con propiedades adictivas, con algo de muerte en cada inhalación. Estuvimos discutiendo mucho cada tarde sobre el final, ella lo veía a mil años luz, y yo lo veo ahora mismo, sin su cabello sobre el colchón.

Comentarios

Entradas populares