The same way.

Ojalá este cielo que veo desde mi ventana jamás me abandone, es lo único que aún corriendo, me lleva de la mano. Sólo pasa en las soledades que ahora se adueñan de mis dedos.

Llaménlo premonición o corazonada, pero este vacío que siento no me pertenece, debe ser el abrebocas de lo que será la demolición de mis órganos internos. Ahora sé lo que es sentir los murciélagos revoloteando en mi tráquea.

Sus palabras me impactaron a quemarropa, no pude escapar, nunca lo sospeche, es que ¿quién huye de quien parece su "amigo"?

Nadie.

Supongo que así acaba todo. Un "te amo" antes de morir. Un "te odio" después de haber vivido. Felicidad, no me dejes más. 

Soy hombre de refranes, y aunque todos saben que no hay mal que dure 100 años, puede durar 99, y nadie tiene tal esperanza de vida. Supongo que los milenios se llevarán consigo mis soledades, abandonos y las ganas de vivir que no se sentían a flor de piel. Supongo que lo único que llega y me lleva consigo es la muerte, a la que no le tengo miedo pero tampoco la espero.

No lloro hace años, aunque me sobran las ganas. Nadie conoce mis lágrimas, pero el precio por ese privilegio es alto, el llanto del corazón es más doloroso que cualquier mejilla empañada.

Nada es más homicida que una canción vieja, lenta y profunda, junto con un cielo azul que se apaga de a pocos, un cigarrillo encendido y un café que se desaparece sin dueño.

Hoy es noche de asesinos.

Sé que llegarán días mejores. Pero mañana no será, la vida no es demasiado buena con esos a los que el mal, si les dura 100 años.


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