Thinking out loud.

¿Cuántas flores faltaron para derretir este amor sólido y helado? Todas, las que odiabas y las que huelen mejor. Nos faltaron cielos corazón, muchos cielos en donde posar mis pies mientras nuestra retina se desprendía por el movimiento estruendoso de tus labios.

Falto un pasado glorioso que recordar.

Nos falto mucho. El amor sustituía los chocolates y las flores, los regalos y las risas y los detalles y las pequeñas cosas. Ojalá hubiésemos hecho material este amor, porque lo único que tengo de ti son fotografías irrompibles, necesito algo que destrozar de ti.

Oí que conoces a alguien más, y me alegra porque ya no serás tan miserable en mi ausencia, con demonios que desaparecen debajo de la cama y se instalan dentro tuyo. Que nudo el que se debe sentir en la garganta al ver su verdugo en el espejo.

Falto un pasado glorioso que recordar.

Hoy ya no recordamos nada, los dos conocimos a personas dintintas después de habernos jurado la nave de una vida juntos. Nos faltaron formas en el cielo que contar.

Olvidate de las flores violetas que él te dio. Tu y yo sabemos que odias ese color y que aún así morirán al día siguiente. Esos "días siguientes" en los que planeas morir y no sucede, debe ser que ya  no aceptas el pasar del tiempo y te sorprenderás al ver la muerte acariciar tu cuello.

Falto un pasado glorioso que recordar. No tenemos nada pero sé todo de ti, es como si la vida me castigara conociendo la eternidad de tus labios y tu no reconozcas ni la finitud de mi sonrisa.

Ojalá muera mañana, aunque mis "días siguientes" pasaron ayer al tomar tu fotografía en mi pecho. Lástima que a veces la muerte también calienta lo que no se come.


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