Only one.

2:37 a.m. tus manos se posan sobre las mías. Me obligas a verte a los ojos. No dices nada, pasas tu índice sobre tu quinto hoyuelo, el que roza la esquina de tu nariz. 

2:37 a.m. te quedas callada, sonríes un poco mientras tratas de hallar las palabras adecuadas. Me sacudes las mejillas y los pensamientos. Pones a volar todas mis mariposas visuales. Me miras un poco más y me despeinas.

2:37 a.m. colocas tu mano sobre tu cara a la espera de algún acontecimiento. Me besas. Me confundo, y mientras cierras los ojos en cada pestañeo pido respuestas que no me puedes dar.

2:37 a.m. y el reloj no se ha movido demasiado. Tienes mi corazón entre el lunar de tu índice izquierdo y el cabello dorado que pasa por tu mejilla tocando tus pestañas, qué pérdida de tiempo.

2:37 a.m. me besas de nuevo. Te acuestas sobre mi pecho, justo en el medio de mi esternón, el comienzo de mis vacíos intestinales y el final de mis miedos tragados con saliva.

2:38 a.m. colocas tu mentón encima de tus manos, encima de mis clavículas retorcidas. Te ríes. Me amas. Me dices "Quédate un momento así". No sé que decir, pero digo "¿Así cómo?". Me tocas. Unes tus pómulos con los míos. Te acercas sigilosamente a mi oído derecho. Siento tus labios temblar. Me dices "Así, como si quisieras amarme toda la vida. Así como si jamás me pudieras abandonar. Así como nadie más lo hace, con amor y locura, no con costumbre y olvido".

2:38 a.m. te llevas la cobija al último rincón de la cama. Me das la espalda. Te desapareces. Me confundo, pero te rozo el hombro que ya no está... y es ahí donde me doy cuenta que no me quede "así", de esa forma por mucho tiempo. Que te fuiste entre lo que debí ser, y lo que definitivamente no fui.

2:38 a.m. el tiempo se empieza a acelerar. Me pierdo entre el silencio fundido con el segundero. Miro fijamente las cuatro paredes que me envuelven, arrancando rápidamente la piel colgante de mis labios. Jugando al mártir abandonado cuando en realidad soy imposible de retener, cuando me es imposible aferrarme a alguien.

3:35 a.m. ahora sé que se siente estar "así", mirando de la misma forma en que se mira sin olvido, en que se sueña sin final y en el que se muere sin destiempo... Deje de amar "así" para pasar a recordar "así", sin rastros de temporalidad. 

Cierro los ojos. Apareces. Me besas. Me amas. Me acaricias el hombro y te vas en busca de quien no pierda el "así" de cada día, alguien que sea lo más opuesto a mi, pero que te bese de la misma forma que yo.


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