Her

"Tenemos que parar. Tengo ahora mismo docenas de pensamientos agolpados bajo mis palmas. El grosor de tu pelo. La anchura de tus ojos. Cuántos dedos de perfil se requieren para atravesar las comisuras de tus labios. Qué tan alejado esta tu párpado izquierdo de la esquina derecha de tu mentón. Más de doce, ahora que lo pienso.

No hay nada que pensar. Fuiste tú quien propuso alejarnos para ver si éramos capaces de sobrevivir en la atmósfera anóxica de tú sin mí, y viceversa. Creo que, como en pocas ocasiones, hemos convergido. Hallaremos manera de respirar de algún modo, siempre lo hacemos. O al menos tu resuelves salir viva siempre.

Te diré adiós rápidamente. Quizá esconda mis palmas ondeantes bajo tu almohada o mis besos en mejilla detrás del collar de tu abuela Mary. No nos daremos tiempo para mirarnos fijamente o para que escurras tus dedos hasta mi espalda. Cuando menos lo pienses ya habrás olvidado todo esto y empezaras de nuevo a cultivar pensamientos en la retina de otro y luego se los arrancarás con tal fuerza que decidirá no ver por un largo periodo.

Acabará en menos de lo que dura un diente de león en una ventisca. Olvidarás pronto y te arrepentirás de todo el tiempo invertido en todo esto. Déjalo ir. Déjame ir.

Me voy. Me voy a ser lo que aún no he sido y buscaré lo que seguramente ya encontré. Cuídate, sé sólida e indestructible.

Tenemos que parar aunque al instante siguiente tu pecho no paré de vibrar y tu cuerpo se muera por seguir."