Empty
"Quizá la idea platónica del amor no nos ha envuelto. Quizá no somos la parte que el otro extravió en algún lado del camino. Tampoco creo que seamos el cúmulo de engranajes ausentes en nuestro complejo sistema. Creo, y puedo equivocarme, que estuvimos completos, llenos y resanados todo el tiempo.
Nos enamoramos, profundamente, y eso nos rompió, nos sigue rompiendo. Nos desvanecimos en el mismo lugar, yo bajo tus sábanas y tú debajo de las mías. Muy probablemente confundí las partes que componían tu boca y las puse en mis labios. Tú tal vez tomaste parte de mi iris calcinado y lo colocaste en el tuyo cremoso. Quizá escogí los lunares de tu cuello y los coloqué en mi espalda. Quizá cambié la textura de mi cuello con la suavidad de tus codos. Quizá, en el afán de terminar completos sin olvidar un solo trozo, mi diástole se incrustó en tu pecho y tus venas se enredaron en mi sien.
Vivimos engañados todos estos años. Trataba de encontrarle explicación a lo que nos sucedía. El sonido intenso de mi pecho en tu cercanía, mi pupila ensanchada al verte de lejos y el movimiento rápido de mis dedos buscando tus canciones favoritas. Mi mente calculadora había sido cambiada por una sin números ni sintaxis; era una mente que convertía tu cara en versos y tus manos en puntos finales.
Descubrí lo que habíamos hecho, así que traté de romperte para conseguir mis pertenencias. Intenté olvidarme de ti, dejarte sola aún cuando estaba a un lado. Me empeñe en arrancarte de la boca mis lamentos y de robarle a tus hombros mis cargas. Al final te destrocé. Agarré mis trozos y dejé los tuyos en un orden desconocido. Nunca supe si sabía la ubicación exacta de mis instintos o si sabías a la perfección el lugar donde se escondían tus miedos.
Cuando acabó todo, aunque completo, nunca me volví a ver. Mis debilidades estaban visibles sobre mi piel, mis manos inquietas ahora se quedaban temerosas dentro de mi pantalón y mi boca, quizá la más atrevida de todas, jamás volvió a recitar una verdad sin dudas.
Ahora, supongo, que si volviera a verte, te daría todo a voluntad para que mis susurros no se queden en tus vacíos y para que tus besos ya no puedan llenarme."
r.g.
Nos enamoramos, profundamente, y eso nos rompió, nos sigue rompiendo. Nos desvanecimos en el mismo lugar, yo bajo tus sábanas y tú debajo de las mías. Muy probablemente confundí las partes que componían tu boca y las puse en mis labios. Tú tal vez tomaste parte de mi iris calcinado y lo colocaste en el tuyo cremoso. Quizá escogí los lunares de tu cuello y los coloqué en mi espalda. Quizá cambié la textura de mi cuello con la suavidad de tus codos. Quizá, en el afán de terminar completos sin olvidar un solo trozo, mi diástole se incrustó en tu pecho y tus venas se enredaron en mi sien.
Vivimos engañados todos estos años. Trataba de encontrarle explicación a lo que nos sucedía. El sonido intenso de mi pecho en tu cercanía, mi pupila ensanchada al verte de lejos y el movimiento rápido de mis dedos buscando tus canciones favoritas. Mi mente calculadora había sido cambiada por una sin números ni sintaxis; era una mente que convertía tu cara en versos y tus manos en puntos finales.
Descubrí lo que habíamos hecho, así que traté de romperte para conseguir mis pertenencias. Intenté olvidarme de ti, dejarte sola aún cuando estaba a un lado. Me empeñe en arrancarte de la boca mis lamentos y de robarle a tus hombros mis cargas. Al final te destrocé. Agarré mis trozos y dejé los tuyos en un orden desconocido. Nunca supe si sabía la ubicación exacta de mis instintos o si sabías a la perfección el lugar donde se escondían tus miedos.
Cuando acabó todo, aunque completo, nunca me volví a ver. Mis debilidades estaban visibles sobre mi piel, mis manos inquietas ahora se quedaban temerosas dentro de mi pantalón y mi boca, quizá la más atrevida de todas, jamás volvió a recitar una verdad sin dudas.
Ahora, supongo, que si volviera a verte, te daría todo a voluntad para que mis susurros no se queden en tus vacíos y para que tus besos ya no puedan llenarme."
r.g.
Comentarios
Publicar un comentario