Absurdo

Ayer me despertó
la absurda idea de dejarte ir.
Absurda porque ya te has ido.
Absurda 
porque supuse que nunca dejarías dejarme dejarte.
Pero te dejé
y me dejaste.
Que aburda la idea que me despertó.

Me dormí una noche
encerrado
en un mar de agujas.
Las visiones de ti
me taladraban los párpados
sin tregua
ni dolor.
Así que te imaginé.
Era un drogadicto recayendo.
No luché.
Me entregué a la levedad de imaginarte.

El corazón se mudó a mi garganta
para verte de cerca.
El estómago desapareció
y el mar de agujas
se convirtió
en una llamarada
de manos tuyas
y mías,
de ambos.
¿Podré salir de aquí?
¿de ti?
Será una sobredosis
de recuerdos
donde recuerdo vivir feliz
con muy poco de ti.

Ayer me despertó
la absurda idea de dejarte ir.
Ya llevo tres noches
sin poder salir del trance de tu voz
cantando mi nombre.
Una voz tuya
pero ajena a ti.
Tendré que volver a los días 
en que ponía una moneda en un jarrón 
por cada día que pasaba
sin imaginarte.
Que oscura esa vida.
Ayer me despertó
alguien triste
queriéndote dejar.
Supongo que mi última opción
es aniquilarlo.
Así que me he comprado un café
con las monedas del jarrón.
Hoy el café matará
a la tristeza
y revivirá
a la soledad.



Comentarios

Entradas populares